viernes

El Fuego Muerto

- Sabes que deseo en este momento -dirá Guillermo con gran determinación-
- Qué deseas?-responde con dulzura Aide
- Besarte
Aide se acercara y besara su cuello mientras acaricia su pelo.
- Desde que te vi, sabes, pensé que eras hermosa
- Guarda silencio
Ambos juntarán sus labios.
- Es la última noche
- Por favor cállate y continua
El auto de Aura comenzara a agitarse y un capa de sudor cubrirá los cristales. El sonido será tan alto que Aide y Guillermo no escucharán los gritos de fuera. La gente correrá como los animales salvajes que siempre han sido. A nadie le importara el niño muerto que pisaran apenas a unos metros del carro de Aide.
-Aunque corran morirán, el fuego nos consumirá sin importar donde estemos
-¡Cállate!
El tiempo enloquecerá, haciendo pasar horas fuera del carro y apenas unos minutos dentro de él. Al despertar del éxtasis, la pareja se encontrara en medio del silencio, en medio de la nada.
- ¿Estaremos muertos ya?
- Besamé y por favor no me dejes.
Guillermo la besará y se abrasarán con fuerza. Una brisa helada los acompañara por lo que parecieran minutos. El llanto de un niño interrumpirá su amoroso silencio. Él intentara asomarse, pero los fuertes brazos de Aide lo mantendrán en su lugar.
El niño a callado.
- ¿De donde eres?
- Eso no importa... solo guarda silencio.
- Dime por favor
- Soy de España
- ¿De que parte?
- No te...
El carro comenzará a estremecerse, ambos se alejaran lo más posible de las puertas
- Hace calor, no somos nosotros ¿o sí?
Aide reirá un momento y Guillermo estará contento por ver su sonrisa, es hermosa.
- Debemos salir
- ¡No! Tú mismo lo dijiste, no importa a donde vallamos, estamos muertos.
Una mirada de comprensión obligara a Guillermo a quedarse y abrazar nuevamente a Aide.
- Mi hermano trabajaba en el laboratorio, él fue quien se dio cuenta que todo iba a terminarse. fue el primero en morir por la radiación.
- Por eso no querias hablar -Aide asentirá y Guillermo besara el sudor de su frente- No te preocupes, lo importante es que ahora estamos tú y yo juntos.
Rápido, como solo la muerte lo es. El fuego arrasara con el carro de Aide, y ambos morirán al instante. A varios kilómetros, un muro contendrá la radiación de el reactor nuclear más grande de la historia. miles de personas estarán detras de él, enfermas para toda la vida. Muchos morirán algunos días después, los menos afortunados llegaran a viejos, llenos de deformidades y con la mente perturbada.
Sin embargo, Aide y Guillero estarán muertos y felices, juntos para siempre en las llamas de la muerte.

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