jueves

Sangre es vida, dona vida, vida sangre

Memoria 1 de un turista:

Subes por una aguda inclinación de las calles que se encuentran cerca de los varios ríos de desechos de la ciudad de México. A veces quisiera no tener ese sueño en que una pareja de turistas ávidos de contar historias, sus historias llenas de amor, no ponen freno a su vehículo de tres ruedas y éste cae por la inclinada calle hasta donde un anciano con artritis se encuentra. El ruido de los motores es demasiado fuerte. Me preocupa su vida que es casi la mía. La ambulancia. La pareja tiene una horrible historia que harán parecer hermosa con la fuerza de las letras.

     Dice la canción: vivimos en la ciudad de la sangre, de las cagadas. Esto es una cagada de mono. El señor no tiene la culpa, tampoco tiene familia. Rojo ahora es el río de cagadas y basura. Nadie esta para llorar su muerte.

     El hospital es frio. Es viento que no deja de moverse y estremecer al mundo que lo habita. Humanos vienen y se van. Humanos. ¿Humanos? Horrible palabra nunca pronunciada. "Hombre mayor, arrollado por vehículo mediano, pierde sangre".

     En la ciudad de la sangre nadie es lo suficiente hombre para dar su vida por quien la daría por uno. En esta ciudad el que corre de una pistola es razonable, quien la enfrenta es maldito loco. Quien huye de cientos de armas es criminal, cientos de armas contra uno es justicia.

     Ayudar a un hombre mayor es perder el tiempo en una sanguijuela que devora mi trabajo y el dinero que pago en impuestos.

     Momento de conseguir venganza. Ademas, tampoco hay sangre con que alimentar su maltrecho cuerpo. De una u otra forma morirá. "¡Muerte! deja a ese estúpido ángel y ven a hacer tu jodido trabajo"

     Un grupo de mujeres adultas se a reunido a colocar una vela en donde sucedió el accidente. Una semana de oración. Contratar llorones . Dos días de entierro y duelo.  ¿Cuál duelo, de quien?

     El gobierno se hace cargo de los gastos pues nadie se preocupa por el pobre hombre. Para que pagar un hospital inútil o donar mi propia sangre para salvar a un humano, cuando puedo rezar dos minutos por siete días y salvar su vida. Después de todo dos minutos por siente días son casi un cuarto de hora y eso es mucho tiempo, y mi tiempo es muy valioso.


Pero es una ciudad muy justa después de todo

1 comentario:

  1. Te voy a decir algo que a mi me lo dijeron y de una manera mucho mas grosera y ruda de lo que te voy a decir: "Esta chido, tiene buena intención y dice algo, pero ¿sabes? nadie lo va leer porque no te llamas Warpig, o no te llamas Olallo Rubio, o no te llamas Alejandro Franco, simplemente por eso nadie lo va leer"

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