Ella Perdió El control

La ira hacia que Rubén conduciera a gran velocidad. Su esposa seguramente lo estaría esperando con una arma, lo estaría esperando para golpearlo de la misma forma en como lo había hecho desde hacia mucho tiempo.
Al principio él pensaba que era por la menopausia o por algún problema que pudiera tener, pues en todos los años que llevaban de casados ella había sido dulce y muy gentil Primero los ataques solo eran posteriores a alguna pelea iniciada por ella. Luego, los golpes reemplazaron a las comidas y desde hacia unos días era la forma en como lo recibía y lo trataba siempre que estaban juntos.
Rubén nunca hizo nada para remediarlo y jamás pensó en levantar un solo dedo contra su esposa. La razón era que la amaba demasiado y que no podía soportar verla y mucho menos hacerla sufrir. Sin embargo, hoy cambiarían las cosas, hoy él le enseñaría que lo iba a poder golpear por mas tiempo.
Al llegar a su casa, salio rápidamente de su coche y entro como la fuerza de un toro, lanzando bestiales gritos de furia al aire, y el silencio de ultratumba fue su única respuesta.
Repitió los gritos y al no recibir una respuesta, corrió hacia la sala, luego hacia la cocina y por fin hacia la recamara. Ahí encontró a su esposa inmóvil sobre el piso. Rubén soltó un grito al observar un delgado hilillo de sangre que emanaba de su oreja.
La movió, la beso, le lloro mientras gritaba, pero nada la hizo reaccionar. Con desesperación tomo el teléfono que se encontraba aún en manos de ella. Marco al hospital. Cuando la ambulancia llego, tuvieron que sedarlo para que no entrara en un estado histérico.
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Despertó tendido en una cama de hospital. La confusión le hizo tambalearse un poco y buscar la salida. Justo al tocar la perilla de la puerta, el doctor abrió la puerta. Le sonrió con amabilidad y lo sentó en la cama donde había estado dormido.
-Su esposa esta en muy mal estado.
-¿Que tiene doctor?
-Tenía un tumor en el cerebro, era del tamaño de un limón. La tuvimos que operar de emergencia, pero aun esta en peligro, necesita recuperarse de la operación. El tumor estaba instalado en la zona de las emociones. ¿Noto algún cambio en su estado de ánimo últimamente?
-Si –Rubén bajo la cabeza con vergüenza- era muy agresiva, me… me golpeaba. Creí que era por…
-No se mortifique, usted no sabía. El tumor probablemente creo una confusión en sus estados de ánimo. Tal vez esa era la forma en como expresaba su amor y al crecer el cáncer, el odio fue absorbiendo mas estados de animo, como la tristeza o la alegría.
En ese momento Rubén lloro. Una noche antes estaba decidido a golpearla, y ella no tenía la culpa de nada, era una enfermedad que los hacía infelices.
- Pero –pensó al poco rato- ¿Quiere decir que me golpeaba, por que en realidad me amaba?
- Muy probablemente
Una pequeña luz de felicidad cruzo por la cabeza de Rubén. Al día siguiente él fue a visitarla. Se encontraba despierta e inmediatamente se percato de la presencia de su esposo.
-Te amo- Le dijo Rubén con afecto y después se acerco a darle un beso en la frente.
A pesar de su cansancio, ella lo abraso con lentitud y lo acerco para besarlo. Al tocar sus labios, ella murió.