Hoy es domingo, uno de esos domingos aburridos, que te revientan el alma, en que no puedes escribir, dibujar, tocar la guitarra, gritar, desnudarte, correr, romper cosas, golpear, comprar cosas, ir al cine, ir al teatro, ir a donde el mundo te lo niegue, hacer tarea, jugar, leer, estudiar, escuchar música a gusto, llorar, amar, y lo único que puedes hacer es sentir ese odio por el mundo en forma de sabor bilis en la boca. Prefiero estar deprimido, casi suicidiado (LOL) antes que estar enojado, cometo idioteces, digo cosas que no debo, escupo a quien no lo merece, golpeo y otras demás cosas que en otras condiciones serian totalmente improbables de hacer. Pero es domingo, un caluroso domingo al medio día, estoy frustrado, tengo sueño, tengo ganas de correr y otras tantas incongruencias que mi cuerpo a veces me hace sentir.
Quiero hablar por teléfono a cualquier persona que sea capaz de aguantar tal manía, de alguien que me quiera y me tolere y no dude en decirme lo tonto o lindo lo exagerado o sensible, lo marica y valiente que puedo ser, pero en es en este momento de mi vida en que creo que eso no existe para mi, en que creo que no puede haber tal ángel que sea capaz de tal hazaña, tal amigo que sea capas de tal conquista.
y busco, y busco y busco y busco, pero no encuentro a donde mandar este enojo que tengo, lo odio y me enojo más, quisiera llorar, pero en lugar de lágrimas son puñetazos los que lanzo al mundo. Será que esas personas tan cercanas a mi, tienen razón y soy una imagen de lo mal que esta el mundo, soy el la imagen de quien por más que quiere ser bueno, solo puede ser malo. Aún me niego a creerlo, de veras, pero es difícil pensar otra cosa, cuando en sueños lo ves.
Quiero gritarle al mundo y a la ves quiero guardar el más profundo silencio, silenciar las voces que me insultan, las manos que me sostienen, las muletas que me dejan caminar, los carros, los aviones, su voz, mi voz, todo el sonido del mundo para quizás así estar en paz, no dañar a nadie, dejar ser yo dejar este mundo, dejar por un momento mi cuerpo y poder ser yo, el verdadero yo.
Suena imposible, siempre tienen que ver hacia enfrente, no puedes presionar un botón mágico que diga stop, y dejar todo a un lado, no puedes, simplemente no puedes detener al mundo, no eres quien crees que eres, eres aún menos, ¿no?
Entonces quiero soñar, dormir, no vivir más... pero suena tan rabico, suena aún más imposible y aberrante, no el sueño, sino lo que pasa después, que te callen, que mientan por tu sueño, que conviertan en accidente al manto sagrado con el cual decidiste cubrirte, que oculten en lo más profundo de sus culpas la única verdadera decisión que pudiste tomar en toda tu vida, lo único que realmente te pertenece. Por que eso no es egoísmo, eso no es egocentrismo, no es olvidarte del sufrimiento de los demás, sino por primera ves en tu vida, pensar por el bien a uno mismo.
Pero seguiré odiando, o eso me temo, seguiré sin poder besar la boca por la cual lanzo suspiros al vació, seguiré sin poder escribir la verdadera persona que soy, seguiré sin ver como termina el juego que empezó hace millones de años, nunca podre ver como el resto del mundo parece tan normal dentro de sus capsular de anormalidad amorfica. todo seguirá igual, todo seguirá igual si me voy ahora, si nos vamos ahora, los golpes, el martillo caerá sobre la paloma una y otra ves si decidimos guardar silencio o dormir, ahora ya solo nos queda olvidar a nuestro ser y preocuparse por los demás, por más que los odies.
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