Poder, el madito poder. Siempre interfiriendo el progreso del artista, la evolución de la ciencia y siempre promoviendo la tortura y el terror.
¿Qué hace al hombre ambicionar el poder? Es cierto que este sabe a gloria, pero corrompe los corazones y condena las almas de los humanos. Por siglos, el hombre (como humanidad, no como género) ha peleado por las moronas de este, ha hecho guerras por una corona, asesinado por una pistola nueva, traicionado por plata y oro. ¿Y a que nos ha llevado esto? ¿A vivir de la forma contraria a la que nos imaginamos cuando niños? ¿A vivir peleando contra los semejantes y haciendo hasta lo imposible por ganar? Que asco en verdad.
¿Y para que sirve el poder? En lo poco que he hecho de vida, solo he visto el poder manifestado en venganzazas y muerte inhumana. Lo he visto manifestado en el político que roba millones para pagar a los policías que ayudaran a mantenerlo en el poder, lo he visto en el personaje que crea sus propias reglas para que nadie lo quiera destronar de su cargo.
Muchas religiones (la mayoría) dicen que el poder es perverso, que una pizca de este puede corromper al mas gentil y bondadoso profeta. El problema radica en que es el mismo poder el que se encarga de que no se crea lo anterior, el que te dice cuando eres niño que de grande debes ganar mucho dinero sin importar que hagas para conseguirlo, el que te dice que ser exitoso es la clave de la felicidad.
Siddartha Gotama, el Buda, alguna vez le dijo al iluminado que de nada servia dar respuestas a las preguntas de los hombres, pues los hombres tenían respuestas distintas para cada pregunta. Se referirá a que todos y cada uno de los individuos de este mundo, tienen objetivos dicentitos. Mientras para unos es hacerse ricos, para otros es simplemente ser felices, tener hijos, familia, un hogar humilde. Y sin embargo esta idea de que el éxito económico y profesional (formas de poder) te dan felicidad, es impuesta a todo individuo que tenga contacto con la sociedad.
Y os pido una disculpa si son vuestros objetivos en la vida, amable lector. Pero este es solo un lado de una moneda dado que, quizás, infinitas caras.
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