Cuando cristo vio que su pueblo tenía hambre, tomo un pescado y un pan, los multiplico y dio de comer por un día a su pueblo, y de paso fundo una religión.
Cuando Quetzlcoatl vio que su gente tenía hambre, les enseño a cultivar y cosechar el maíz, así su pueblo nunca volvió a tener hambre y fundo un imperio
Cuando las ricas tierras italianas, españolas o francesas no daban frutos, buscaban a un diablo y lo condenaban a muerte, esperando a que terminara la maldición para volver a trabajar sus tierras.
Cuando había sequía en la antigua Tenochtitlan, los aztecas daban tributos y trabajaban más para así poder calamar a sus dioses.
Cuando los derechistas descubren que hay nuevos y mejores métodos de sanación, trabajo, producción, bienestar y salud mental, condenan y sabotean todo intento de avanzar, argumentando que es jugar a ser dios (o Satán).
Cuando los aztecas descubrieron nuevas formas de curar, de trabajar la tierra, producir y de sentirse mejor consigo mismos, daban gracias a sus dioses y seguían con la cara por delante.
Que triste es vivir en una sociedad donde, los párrafos impares son los estandartes de la idiosincrasia nacional, una idiosincrasia donde en el trabajo es visto como una tortura, donde ayudar a los demás es cargar lastres que nos harán pesado nuestro camino, donde el progreso significa perder identidad y ganar condenas.
Sin embargo y dicho muy personalmente, esta en cada uno de nosotros como queremos ver el mundo. Si queremos ver como anticristos a los científicos, si queremos ver como idiotas cerdos sedientos de poder a los policías, si queremos pensar que salir a las calles a molestar gente que no tiene culpas de nada es una buena forma de manifestación. O si simplemente queremos ver al mundo como un bello encanto de amor que no tiene un inicio y un final. Todo es valido. Lo único que no acepto ni aceptare nunca, es que me obliguen a pensar de una forma que no quiero, que me obliguen a lucir igual que otros millones de incautos pasajeros de la vida, que me insulten por como pienso y por lo que hago, odio que la gente no quiera aprender del pasado, que no deje vivir en paz a los demás, que no se esfuerce por aprender y progresar.
Y sobre todo odio, que muchos lean esto y crean que quiero imponer mi forma de pensar, cuando en realidad lo que quiero es dar a conocer mi forma de ver el mundo e invitar a que ese mundo tan silencioso, hable, que alcé su voz hasta que el infijito lo escuche, grite todo lo que piensa y desea, para así algún día poder ayudar a todos lo que decidieron no quedarse callados.
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