#6 Divagación De Las Recomendaciones De Como Escribir o Tocar O Pintar

No porque toques bien un instrumento eres un músico o por que puedas pintar un paisaje con grandes detalles ya sean reales o imaginarios eres un pintor. Ese ha sido el pretexto que he usado por mucho tiempo para justificar el hecho de que no soy ninguna clase de escritor.

Muchas veces (quizá más de las que quisiera que lo fueran) muchas personas me han dicho que escribo “bonito” o “agradable”, otras más me dicen que continúe y que haga carrera. La verdad no le hago mucho caso, no por grosería sino porque no me acabo de creer que lo que digan sea cierto. Llámenle ego o baja autoestima, pero en verdad que no lo es. Es solo que el convertir una idea formada por impulsos eléctricos que es visualizada a través de membranas que conectan directamente al inconsciente con la visión consiente a una idea formada por un espacio pseudo infinito llamado abecedario o alfabeto o letras, me parece casi imposible y creo que solo con alguno que otro cuento lo he conseguido.

Falta de habilidad supongo, pero en muchos aspectos se puede burlar o conseguir cosas que si bien no son lo que se esperaba, si son bastante agradables (en realidad ya no hablo de mí, sino de muchas otras personas que si consiguen cosas agradables). Una de ellas es primero escribir o tocar o pintar dormido…. O lo más sonámbulo que se pueda ya que muchas veces nuestro consiente está cargado de problemas o de moralidades que nos impiden expresarnos correctamente. Ahora, al referirme a “escribir medio dormido” o “sonámbulo” no me refiero a que consumas mezcalina o LSD o cosas por el estilo, todo lo contrario: NO USES COSAS ASÍ. Al menos a mi parecer es el camino fácil, que si bien te puede ayudar a aclarar un poco tú idea pienso que se consigue siempre un mejor resultado cuando tú mismo analizas tu propia idea y escarbas en el interior de tu propia mente y comienzas a ser realmente consiente de lo que estás haciendo y puedes jugar con eso que estas logrando.

Lo segundo que podría decir acerca de esto, es que no siempre sentir las cosas a sobre manera ayuda. Es cierto, hay que sentir al mundo, pero no debemos dejarnos arrastrar por la bola de nieve que son los problemas o las facilidades, hay que aprender, sino a controlar esa peste, al menos si a dirigirla, a darla la forma y el modo que nos convenga. Ciertamente esa es la parte más difícil (ahora si hablo por mi) pues si controlas demasiado, entras en el problema que describí en el párrafo anterior, pero si lo sueltas demasiado terminas sin perdiendo el control y volviéndote un Dr. Frankenstein que termina por ser robado por su propia creación que adopta el nombre y… no siempre somos lo que creamos, no en su totalidad.