domingo

Distante en el mar


No deseo problemas con el mar. Siempre trato de darle un poco de mí: tierra, rocas y algunos de mis amigos en tributo, no tengo más.

Sin embargo solo avanza y avanza hacia mí. Me devora poco a poco, lentamente con sensuales carisias que se llevan mi piel creando cuevas que llegan a lo más profundo de mi cuerpo.

Cuando está furioso, crea vientos que lo hacen subirse hasta arriba, alto muy alto de mí, y cae hasta llevárselos de mis brazos, arrastrándolos hacia su interior y ahí por fin, matar a mis amigos. Rasguña mi ropa y la devora. Grita en mis oídos volviéndome sordo.  Después una calma absoluta y carisias más bien tímidas.

Amo al mar, de eso no me cabe ninguna duda. Aunque solo conozco una pequeña porción de su existencia, pero me conoce en mi esplendor y en mi interior. Me conoce por debajo y por arriba, a los lados.

Cuando hago erupción se aleja para no sentirme, para no verme defender mi cuerpo. Claro, mis amigos se previenen y suben al cielo o bajan profundo muy profundo. Y me quedo solo, con el mar junto a mí huyendo porque defiendo lo poco que me queda.

Vuelve a hacerse la lluvia y mis ascuas se endurecen como costras en mis brazos. El mundo vuelve a interesarse, su marea llega roja, las aves cantan, las almejas re habitan las cavernas, los pescadores… ¿Por qué su marea es roja? No lo sé. No tengo derecho a saberlo, ni ojos que vean más allá de mis brazos para verlo, no tengo más piel que la que me acaricia ni tamaño que aquel mar no se lleve a tu interior para mandarlo lejos de donde estoy yo.

Algún día el mar me hará desaparecer. Con toda mi lava, mis amigos se irán a otros lados, mis ropa servirá de comida para peces, mis brazos cargaran otros volcanes y yo volveré a estar solo en el olvido de su interior. Perdido porque seré irreconocible para quien tenga las agallas de buscar rastros de algo como yo.

Ya esta pasando, estoy desapareciendo lentamente en sus suspiros, en su ir y venir, en su furia y su amargura, en el constante pedir le escuche, que le sienta, que navegue por sus aguas. Quisiera que por una ves, también navegara por mi interior.

En fin, cuando termine deberé sentirme satisfecho por estar en el mar y no poseer ni ser nada más.

4 comentarios:

  1. No queria comentar, eso da una importancia que ya no te mereces, lo hago porque el principio era rescatable, despues aburres niño de lleno ya te perdiste. Me vuelvo a preguntar ¿Donde quedo ese poeta?

    ResponderEliminar
  2. Interesante pagina, muy buenos post, me gusto mucho "Esa vieja puta"...

    Con respecto al ultimo me ha gustado mucho..

    te visito desde

    http://desdoblamientointelectual.blogspot.com/

    Suerte.

    ResponderEliminar
  3. ese poeta nunca existió Desconocida, este perdedor es sólo un pinche poser...

    ResponderEliminar
  4. Tenia rato que ya no me metía a tu blog...con éste particularmente me identifico, estuve trabajando un tiempo en una zona donde había mar...pero regresé y sí, muchas veces sientes que el mar te debora...saludos

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...